Llevo días queriéndote dedicar unas palabras y hoy por fin he decidido hacerlo.

Podría escribir sobre lo bonitas que son tus fotos pero considero que con sólo verlas, ellas lo dicen todo, no necesitan de nada más.

Por ello me gustaría contar mi vivencia contigo, dedicarte unas palabras para que la gente conozca que detrás de la cámara de una chica joven, se esconde un gran profesional pero sobre todo una gran persona, que he tenido la suerte de conocer.

Recuerdo el día que te conocimos, nuestra primera entrevista en la que te mostrabas, quizás, se podría decir nerviosa por ser capaz de saber trasmitirnos lo que era tu trabajo. Y eso fue lo que te diferenció, que en ningún momento tuvimos la sensación de estar ante un comercial que solo pretendía vendernos un servicio, y eso se agradece. Nos encandiló tu frescura, sencillez, sinceridad, cercanía, tu alegría pero sobre todo, el amor que tienes a tu profesión. Y por ello, después de mirar muchos fotógrafos, supimos que tú eras nuestra fotógrafa ya que en cada foto pondrías lo mejor de ti (y así ha sido).

Después de esa reunión vinieron más porque te gusta tenerlo todo bajo control, eres muy detallista, una gran cualidad en tu trabajo, para que nada se escape de tu objetivo. Querías conocernos, saber de nosotros, nuestros gustos y gracias a ello, el día de la boda, cuando te abrí las puertas de mi casa, se las abría a Eva, mi fotógrafa, y tuve la tranquilidad y la seguridad que toda novia anhela.

No me puedo olvidar, de tu compañero, Rubén, tu mano derecha y gran apoyo. Junto a él las sesiones fueron divertidas, naturales. Formáis una gran pareja, un equipo muy compenetrado.

Gracias por todo, gracias por tu fantástico trabajo y por no ser una fotógrafa más. Gracias por haber sido los ojos de David y los míos en uno de los días más importante de nuestra vida y mostrarnos todas las emociones que vivimos.

Un beso muy fuerte!!!

David y Natalia

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Como si fuera una niña, emocionada, nerviosa por saber que se habla de ella pero que se siente pequeña ante las palabras tan grandes y hermosas que en esta carta se le dedica. Así me siento. Me gustaría tener las cualidades de una escritora para describir los sentimientos de este momento, y mentiría si no dijese que han brotado lágrimas de mis ojos.

Me siento muy torpe hablando de mí, incluso, como os disteis cuenta, me pongo un poco nerviosa. Pero aún así, confiasteis en mí y dejasteis que fotografiara, y lo digo siempre así porque lo siento, uno de los días más importante de vuestra vida.

Os agradecemos, Rubén y yo que nos hayáis hecho sentir uno más en vuestras casas, en vuestras reuniones y con vuestra gente. Necesitamos para este mundo personas como vosotros, con vuestro corazón y vuestra entrega a la familia y a los seres queridos. Vuestra sencillez os hace grandes.

Enhorabuena y un abrazo muy fuerte para vosotros y para vuestra familia.

Rubén y Eva

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